Optar por una dieta saludable y equilibrada es básico a lo largo de toda la vida, pero esta circunstancia se incrementa cuando somos mayores.
Una buena alimentación debe llevar también una dosis diaria de ejercicio físico, sin necesidad de realizar una actividad de alto rendimiento, sino que, con un paseo de media hora cada día basta para conseguir que la energía ingerida, a través de las calorías que aportan los alimentos, se equilibre con el consumo asociado al ejercicio.
Las personas mayores tienen mayor riesgo de padecer malnutrición, independientemente de que sean personas sanas como con patologías establecidas. A medida que cumplimos años, el cuerpo se va deteriorando y van apareciendo enfermedades que influyen negativamente en la nutrición. De ahí la importancia de una correcta alimentación, teniendo en cuenta además que por lo general presentan uno o varios tipos de patologías. Es por eso que recae una gran responsabilidad sobre los profesionales de la salud de las residencias de ancianos.
Prevenir la desnutrición es una obligación socio-sanitaria que debe iniciarse con el cuidado de la alimentación, tanto en las residencias de ancianos como en el ámbito casero, por su impacto en el ámbito biológico, psicológico y social.
Tipología de menús en Bastón de Oro
Nuestros nutricionistas se ocupan de la creación y elaboración de un menú basal. Es el menú estándar del centro, destinado a los residentes que no presentan ninguna patología o enfermedad específica, y tienen mayor libertad a la hora de comer.
Una vez tenemos el menú basal, lo adaptamos a las diferentes patologías y circunstancias presentes en cada residente:
- Menú para diabéticos: tenemos en cuenta la cantidad de hidratos de carbono que se incluyen. Los hidratos de carbono deben encontrarse en cantidad estable y regular a lo largo de la semana.
- Menú para residentes con problemas de masticación: los problemas de masticación son muy comunes en gente mayor, debido a las alteraciones que suelen presentar en la mandíbula o dentadura. En este menú incluimos platos con texturas y consistencias blandas que se adaptan a estos inconvenientes.
- Residentes con problemas gástricos: los problemas gástricos también son muy habituales entre la gente mayor, debido al deterioro de las secreciones gástricas y en general, al peor funcionamiento del aparato digestivo. En este menú incluimos platos poco especiados y fáciles de digerir.
- Menú texturizado: elaboramos estos menús para residentes que requieran seguir una dieta triturada debido a alguna patología como la disfagia, enfermedades neurológicas, ciertas enfermedades oncológicas o casos de postoperatorio que requieran una dieta blanda o triturada.
- Menú hipolipídico: este menú incluye platos que contienen poca cantidad de grasa. La dieta pobre en grasa está indicada para residentes con el colesterol y los triglicéridos elevados.